martes, 3 de junio de 2008

Situacionismo

La acción de la expresión
Publicado en revista Marvin

Por el camino

Por el camino de la historia del hombre, han existido momentos, fechas y países que han evolucionado el ciclo del ser humano, que han escrito los cambios por los que en el presente padecemos guerras, asesinatos o descubrimientos; como la bomba atómica en 1945, la revolución cubana en 1959, el descubrimiento del psicoanálisis en 1900, la revolución mexicana en 1910, la caída del muro de Berlín en 1989, los atentados a New York en el 2001, sucesos provocados por la inconformidad, la duda y el conocimiento. Pero sólo ha existido un movimiento que fue capaz de crear una interrupción en la historia, una vanguardia artística, que involucró al proletariado, al rico, a los escritores, poetas, pintores, hombres, mujeres, niños; envolviendo persona por persona en un principio, ser parte de una revolución, demandar simplemente lo que se las había dicho que era imposible. A este movimiento se le llamó, Situacionismo.


Todo empezó

Todo empezó en París con un pequeño grupo de artistas denominados, Letristas, fundado por el neo-dadaísta Isidore Isou, y que proponía sustituir la cortesía por el ruido y la palabra por la letra. Influido por este movimiento, Guy Debord, un prototipo del personaje maldito, de formación heterodoxa y autodidacta, que había nacido en la ciudad de las luces, el día de los santos inocentes de 1931. Fundó la Internacional Letrista (IL), una revista que presentaba una nueva alternativa al ya viejo y reciclado surrealismo, al igual que planteaba una nueva transformación del mundo. Pero no fue sin duda hasta 1957 en que fusionó a la IL, con una nueva revista, la Internacional Situacionista (IS).

En este nuevo documento, Debord pudo por fin presentar su propuesta teórica, incluyendo en ésta a pensadores como Hegel, Marx, Feuerbach, Lucaks, Marat y Fourier. La teoría situacionista, toma como principio el concepto alienante que constituye el pilar de su doctrina, el Espectáculo. Enfocando la alienación del trabajador, manifiesta que ésta ya no tiene que ver con la explotación laboral; conquistando al ocio que aparentemente liberado de la producción industrial, tiene como objetivo expropiar el tiempo total de la vida, visto directamente hacia el consumo y el entretenimiento.

Una teoría pionera, con bases filosóficas-marxistas. Los escritos de la IS, atestaban un golpe ideológico a su época, a la aletargada cultura relativamente autosatisfecha y dependiente de la industria del entretenimiento. Debord, dio el diagnóstico final, una nueva pobreza en el corazón de la abundancia, una pobreza que la proliferación de mercancías conserva, envuelve y disimula, pero no resuelve.

Estos escritos dieron origen a La Sociedad Del Espectáculo (LSS), un pequeño libro publicado en 1967, el cual se componía de aforismos, sentencias breves y dogmáticas. Meses después de su aparición estalló el movimiento estudiantil de mayo de 1968, donde estudiantes y trabajadores, reclamaban el derecho a vivir y no sólo a pasar el rato; el derecho a controlar sus propias vidas y no a la cotidianeidad, era el homo ludens en contra del homo faber. Así el situacionismo conoció en ese momento su auténtica primavera.


El Manifiesto

El Manifiesto situacionista, proponía los principios y el porqué del situacionismo, estaba en contra del Espectáculo, del arte antiguo, del arte conservador, del fragmentario y del unilateral. Le daba mayor énfasis a los momentos vivenciales, a la producción colectiva y al anonimato –en el momento en que te conocieran, eras parte del Espectáculo –quería un arte con diálogo, en el que todos participaran e interactuaran. Se debían diseñar y crear situaciones relevantes para toda la sociedad.

Los artistas debían convivir entre si y no permanecer separados, niega el rol,
todo el mundo debía y tenía el derecho a ser situacionista; tenias la obligación de construir tu propia vida, de vivir en una sociedad sin divisiones. El hombre asistiría a una inflación multidimensional de tendencias, experiencias y de escuelas radicalmente diferentes, de manera simultánea. Crear desorden para romper con el viejo orden establecido y encontrar una mejor forma de comunicación real y directa. Para la IS, el último de los oficios era, el papel de situacionista, de aficionado-profesional y de anti-especialista. Era la primera organización artística que se basa en la insuficiencia radical de todas las obras permitidas, y su significación, su éxito o su fracaso, no podrán juzgarse sino con la praxis revolucionaria de su tiempo.

Por medio de estas situaciones, una reacción en cadena se suscitaba, llevaba a liberar la vida diaria, crear nuevas pasiones, generar una revolución en el comportamiento y darle un significado a la cultura.


Sí, una vanguardia

Sí, una vanguardia artística fue, pero también fue un nuevo modo de vida. El arte no debía ser bello, contemplador o duradero, simplemente debía provocar un impacto y olvidar cualquier pretensión de que la obra perteneciera a algún museo y que no fuera considerada una “bella arte”. El verdadero arte estaba en la vida, en la manera de transformar el mundo, liberar las pasiones, transgredir, convertir los momentos efímeros; el Situacionismo es una actividad cultural desde el punto de vista de la totalidad, como un método de construcción experimental del ser humano.


La colectividad

La colectividad situacionista, usó el arte como elemento central, la búsqueda de situaciones era el fondo de todo. Irrumpieron en Cannes durante el festival de cine, promovieron la toma de la UNESCO e intentaron incendiar el museo de Louvre, crearon antilibros encuadernados en papel de lija, cambiaron las señales de tráfico, alteraron el sentido de los mensajes gubernamentales, complementaron frases en posters publicitarios, llamaban a conferencias falsas, alteraban el orden en los campus universitarios, pintaban las calles y colocaban estampas con frases situacionistas en cualquier lugar. Aunque por algunos fueron considerados como anarquistas, irreverentes, críticos furiosos, tanto del capitalismo como del socialismo, revoltosos, depravados y radicales. Los principales situacionistas fueron: Isidore Isou, Michelle Bernstein, Gil Wolman Asger Jorn y Raoul Veneigem.


La meta

La meta de los situacionistas, era utilizar la fuerza de manifestaciones culturales conocidas para transmitir nuevos mensajes y para despertar la reflexión, la sorpresa, el humor, el deseo de participar y el escándalo. Debord planteaba, que la cultura es un sistema que puede ser alterado conscientemente si se entiende de manera profunda.


Los metodos

Los métodos que los situacionistas propusieron son:
Psicogeografía: Las ciudades debían ser sitios de encuentro, se hacían mapas precisos sobre las emociones que despierta el espacio urbano, la alteración de las calles, se buscaba el “urbanismo unitario” que utilizaba arte y urbanismo para generar relaciones dinámicas y experimentos en el comportamiento. “Las ciudades deben dejar de ser sedes del aburrimiento ancestral para convertirse en soporte de un dinamismo social sostenido.
Deriva: Técnica de paso ininterrumpido, caminar sin rumbo, sin punto fijo, cambiar de calles, buscar otros ambientes.
Detournement (desvío): Se debía intentar alterar el significado de los elementos estéticos. En este sentido no podía haber música o pintura situacionistas, sino un uso situacionista de estos medios.


El fin

El fin de la Sociedad del Espectáculo, de la IS y de Guy Debord fue en 1968, el movimiento se desbordó y sólo así se entendió al Espectáculo, tratando de cambiarlo. Debord, al igual que Moisés, intentó dictar nuevas leyes, aunque el filósofo francés quiso ir más allá, fue la acción verdadera lo que hizo de los situacionistas el movimiento de ruptura histórica más grande; los estudiantes mexicanos, Praga, Alemania, siguieron a este pensador. La utopía de crear una nueva sociedad quedó en el fracaso, pero no las ideas.

El arte contemporáneo, el street art, las críticas postmodernistas y los estudios culturales, han retomado las palabras de Debord; no pensar en la obra de arte o en su belleza, pero sí pensar en el acto, la victoria –dijo –será para aquellos que sepan crear un desorden sin desearlo.


Máximas situacionistas:

• El arte del futuro será, o la construcción de situaciones, o ninguno.

• Reduce la vida a una simple elección: revolución o suicidio.

• Hace falta todo tipo de gente para un mundo… o para deshacerlo.

• En el mundo realmente invertido, lo verdadero es un momento de lo falso.

• Toma tus deseos como realidad.

• El mundo ya está filmado, se trata ahora de transformarlo.

• El aburrimiento es contrarrevolucionario.

• La imaginación llega al poder.

• Vive sin tiempo muerto.

• Libera tus pasiones.

• Nunca trabajes.

• Nunca te aburras.

• Todo es posible.

• La vida real está en otro lado.

• El hombre es el producto de las situaciones que atraviesa, le conviene crear situaciones humanas.

• No hay libertad en el empleo del tiempo sin la posesión de los instrumentos modernos de construcción de la vida cotidiana. El uso de tales instrumentos marcará el salto de un arte revolucionario utópico, a un arte revolucionario experimental.

Sólo despues del desastre podremos resucitar

4 comentarios:

Tsunami dijo...

No me digas que eres el mismo Raúl Burguete ex-jugador de football...

Anónimo dijo...

Hola, se que a pasado mucho tiempo desde su publicación pero será que sabe en qué ejemplar de la revista marvin sale ese articulo? Quisiera ponerlo en la bibliografia de un trabajo pero no se como citar una obra que cita de una revista.. Gracias!

Raúl Burguete dijo...

En el número 60...
Mira la página de Marvin. Busca el tomo...

kissel dijo...

Hola muy buen artículo, saludos