viernes, 2 de noviembre de 2007

Buy Nothing Day

Soy un ser humano, no un consumidor.
Publicado en el periódico El Financiero

Hoy en día vivimos en un consumo acelerado, bajo la rapidez de elegir, tener y comprar para crear un “porvenir”, es nuestro grito moderno de libertad, pero comprar es seguir trabajando, comprar con el fin de asegurar nuestro futuro y comprar para nuestra prosperidad; bajo una libertad formal que nos vuelve cómplices del orden de producción que poco a poco nos integra más a la sociedad.

Dejar de comprar, dejar de consumir es lo que intenta el Buy Nothing Day, que se celebra cada 25 de noviembre en varias partes de mundo como Canadá, Alemania, Inglaterra, Italia, Japón, México, Hong Kong y otros países, una protesta global y pacifica que sugiere abandonar las grandes tiendas, darles la espalda, olvidar esas adicciones de compra por 24 horas y encontrar diferentes formas de vivir y convivir con el mundo.

Empresas como Mcdonalds, apple, coca cola, adidas, nike, warner bros., fox, starbucks, microsoft y en especial la transnacional más grande de Estados Unidos Wall Mart, es a donde la protesta se dirige con más fuerza, a través de calcomanías y propaganda que se distribuye afuera de estas tiendas, publicidad que se pega en los carros de supermercado con la leyenda de la manifestación y acompañada del nombre de la revista adbuster –que sobrevive sin la necesidad de vender espacios publicitarios –que por años se ha encargado de organizar esta huelga corporativa.

El Buy Nothing Day no es la única protesta que organiza la revista en abril se lleva a cabo la semana del TV turn off, en diciembre el Buy Nothing Christmas, los jammer groups aquellos pequeños ejercitos – no terroristas – que toman acción a intentar crear una revolución cultural y darle una nueva orientación al capitalismo.

Seguiremos comprando sonrisas, amor, sueños, sexo, amistad, sentimientos todo lo que nos permita entrar al estado de comodidad que los medios de producción nos proporcionan, pero algunas personas rompen filas y abren los ojos, algunos se revelan por la demanda de una mejor vida sin ataduras comerciales, ni hipotecas, ni deudas, sin pagar intereses de por vida, simplemente buscando la esperanza de ser personas libres, quizás un día sin comprar no nos haga daño y al sistema no le vamos a ganar pero si lo podemos frenar aunque sea por un día.
Sólo despues del desastre podremos resucitar

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