miércoles, 21 de noviembre de 2007

Museo del Estanquillo

Pase al rincón del recuerdo
Publicado en revista Diez

Las calles de nuestra ciudad, llenas de costumbres y tradiciones. Cuántas de ellas aún existen y cuántas no, cantinas, pulquerías, viejas vecindades, cabarets, carpas, tianguis, lugares que nuestros abuelos solían frecuentar y que con el paso de los años, cada vez son menos. Y que hay de los juguetes, símbolos de nuestra infancia, trompos, baleros, serpientes y escaleras o el juego de la oca. Incluso, el viejo centro de la ciudad donde el tiempo lo ha ido transformando en lo que es hoy, una caja llena de memorias y recuerdos.

Todas esas memorias y recuerdos están hoy en el Museo del Estanquillo y la pregunta que hace este es valida “En dónde se localiza la esencia de la ciudad”, está en nosotros mismos, en la historia, en nuestras paredes, en nuestro calo, en las imágenes que retratan cada época, como las de nuestros héroes, las guerras, las muertes, esos pasos que dio el país para tener una identidad y un alma.

Pasear por las salas de este museo, es un viaje por el tiempo, donde se puede escuchar a través de audífonos el caminar por el zócalo en la época de la colonia, entrar a un cabaret o a una pulquería, oír los gritos de las marchantes de los tianguis. Es un recorrido cíclico que me lleva de la colonia a la independencia y a la revolución, así hasta llegar a nuestros días. Bajo una estética tan realista de las diversas clases de la población, del rico burgués al pobre proletariado, de las familias, de los barrios de lo que gozaron y padecieron.

El Museo del Estanquillo o Colecciones Carlos Monsiváis, es una recopilación de piezas que reflejan las pasiones, intereses y gustos de este excéntrico crítico ensayista y escritor, quien durante casi 40 años ha reunido piezas de diferente índole. Podemos encontrar maquetas escenificando diferentes etapas de la historia, miniaturas de hueso, pequeñas esculturas de plomo, caricaturas, historietas, grabados, fotografías, pinturas, entre otras cosas.

La colección ha sido gracias, al talento de diferentes autores tales como Miguel Covarrubias, Andrés Audiffred, Gabriel Vargas, Manuel Álvarez Bravo, Nacho López, Francisco Toledo, Vicente Rojo , “Chango” Cabral, Helio Flores, José Guadalupe Posada, Agustín Jiménez, Abel Quezada, Rius, Rogelio Naranjo Germán Gedovius y otros.

El folclore y la comedia mexicana, están presentes en cada sala intentando romper con el paradigma que existe de los museos. Este intenta atrapar al público en una atmósfera chusca y graciosa que nos da las bases para descubrir los orígenes de nuestra identidad. En cada piso encontramos imágenes, figuras, fotos, que nos trasladan a diferentes espacios históricos, con más de 500 piezas en exposición, posters, publicidad, libros, alcancías, calendarios, recortes de periódicos, litografías y otras curiosidades que retratan el lenguaje y la alegría que son el espejo de nuestra comunidad.

Ese espejo está en cada rincón de nuestras calles, al lugar que volteemos veremos que la ciudad habla por si misma que nos cuenta historias. Tenemos deidades, somos un pueblo religioso, fiel y noble que inventa, que sueña y que se divierte ya sea en la Arena México con la esperanza de ver al Santo o al Blue Demon y porqué no, visitar el Salón Corona, el México y el Bombay, dar una vuelta por la lagunilla o tener una velada en Xochimilco.

El Estanquillo es sólo el testigo de todo lo que uno puede contar sobre México, es un fragmento que recupera la historia, es la pieza de un rompecabezas que nosotros armamos poco a poco con nuestros recuerdos.

El museo se encuentra en el antiguo edificio Esmeralda, ubicado en Isabel la Católica no. 26 esq. con Av. Madero, la entrada es sin costo alguno y esta abierto de lunes a domingo de 10:00 a.m. a 18:00 p.m., cuenta con visitas guiadas, tienda y cafetería.

La página Web es: www.museodelestanquillo.com



Sólo despues del desastre podremos resucitar

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